Add parallel Print Page Options

Yo, el Señor, te llamo con amor,
te tengo asido por la mano,
te formo y te convierto
en alianza de un pueblo,
en luz de las naciones;
para que abras los ojos a los ciegos
y saques a los presos de la cárcel,
del calabozo a los que viven a oscuras.
Yo soy el Señor, así me llamo,
y no cedo a nadie esa gloria,
ni ese honor a los ídolos.

Read full chapter